martes, 12 de julio de 2011

H de HONRADO


HONRADO
Que procede con honradez
(RAE)

El honrado siempre estará distante del honorable. Aquel ha conseguido conquistarse hasta llegar a olvidar cómo debe vivir y morir. Este cree ser honorable en su absurdo placer de sentirse poderoso y admirado.
Cada día que pasa, resulta más difícil ser honrado en un país colmado de honorables con predicamento, mando en plaza y chofer de La Mancha. Reputados diputados, prepotentes financieros, gorjeantes concejales, absurdos presidentes de diputaciones bananeras, ridículos prevaricadores y carpetovetónicos episcopales, listos y listillos, cabrones y truhanes escapistas, bodoques, golfos y haraganes, doctores de la palabra mancillada, hijos de su madre degenerados en escluseros, oportunistas ilusionistas, bebedores de fama, ausentes de absenta, predicadores de la salvación nacional, monaguillos y catecúmenos, deanes y cardenales del crédito contraído y contrahecho, presidentes del pelotazo reconvertidos en joyeros de Serrano, próceres de la patria transfigurados en parlantes anglosajones, héroes del abismo perdidos en su olvido, empresarios honorarios, raposos y casposos, imbéciles de la igualdad que acaban en la desigual injusticia, racistas oportunistas, clasistas malcarados, ediles y eurovagos, proxenetas de la verdad, Indibil y Mardonios, doctores de la esperanza abandonada, honorables honorados que forjan su fortuna en la honradez ajena.
No olvidemos lo que somos: honrados.

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