martes, 29 de marzo de 2011

DATOS, INFORMACIÓN Y CONOCIMIENTO


Los datos apenas tienen utilidad, pero si los procesamos obtenemos información que, sin llegar a ser una gran cosa, ya supone un avance. Pero si procesamos de forma inteligente esta información, obtendremos conocimiento.
Veamos qué ocurre si aplicamos esta regla a los datos de población activa por sectores en 2000 y los contrastamos con los de 2010…
La industria manufacturera, estratégica en el balance final de una economía, daba empleo a 2.361.000 personas en 2010, cifra exigua para un “país milagro”, pero el dato empeora si tenemos en cuenta que hemos perdido 521.000 empleos con respecto al año 2000. Los sectores más afectados son lógicamente los de la automoción, productos minerales no metálicos (baldosas, ladrillos, etc.) y la industria del mueble debido a la influencia del crack inmobiliario y la crisis global. Pero curiosamente la industria con peores cifras es la textil. En una palabra, empresas como Inditex (Zara) o Mango pueden ser bandera, pero no generan trabajo.
El sector “tractor” presentan un panorama a medio camino entre la desolación y la tundra siberiana. La construcción alcanza un pico de ocupación en 2007 con 2.734.000 empleos para caer a 1.663.000 en 2010 y registrar una perdida neta en el periodo 2000 – 2010 de 134. 000 personas.
Los sectores que viven de la economía familiar, por decirlo de alguna manera, sufren incrementos significativos. El comercio tiene una ganancia neta de 382.000 personas entre 2000 y 2010, la hostelería obtiene un incremento de 320.000 personas y el sector sanitario y de servicios sociales cierra la década con 484.000 empleos de ganancia neta.
Teniendo en cuenta que la construcción, el comercio y la hostelería ofrecen un perfil de puestos de trabajo bajo en lo que a cualificación se refiere, nos encontramos con 5. 894.000 personas que, como diría el otro, “trabajan para los que trabajan” que, por cierto son 2.361.000 sin contar a los 1.391.000 de funcionarios públicos y los 880.000 englobados en lo que denominamos “servicios a las empresas”.
Evidentemente, los cuatro millones largos de parados provienen de estos sectores por lo cual, la reflexión es también instantánea: ¿qué posibilidades hay de reintegración a un mercado de trabajo que se supone más exigente en cualificaciones de cara al futuro?
Por cierto, el sector de empleo doméstico creció en 325.000 ocupaciones en el mismo periodo.
Interesante aunque bastante inquietante.

viernes, 25 de marzo de 2011

QUE NO SE MUEVA NADIE (LA TRAMPA AUTONÓMICA - 2)


LA TRAMPA AUTONÓMICA - 2
Antes de que el coronel Tejero pronunciara el “que no se mueva nadie” en el marco de la comedia bufa que tuvo a gala protagonizar, esa frase ya había sido pronunciada en toda España con la consagración del Estado de las Autonomías, una federación descentralizada de comunidades autónomas con diferentes grados de autogobierno.
El Estado de las Autonomías, como ya comentaba en el primer post de esta serie, puede considerarse una decisión de compromiso positiva y hasta histórica en el complejo marco de la denominada “transición”. Sin embargo, con el paso de los años y la normalización de la vida democrática, este marco de articulación territorial se esta demostrando ineficaz, más aún en el entorno de la crisis y recesión que vivimos desde hace ya cuatro años. Muchas son las expresiones de esta ineficacia, la mayoría sobradamente conocidas, pero puestas en relación con la situación económica y sociopolítica que atravesamos, algunas de ellas se presentan particularmente dramáticas.
Inauguradas las 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, todas ellas gritaron al unísono la misma consigna: ¡qué no se mueva nadie, quieto todo el mundo!
La principal baza de cada una de las autonomías, más allá de su carácter histórico, es la población que reside en sus límites territoriales. En otras palabras, desde sus inicios, la principal preocupación de cada gobierno autónomo fue fijar a la población en el territorio, el mantenimiento de población y municipios fue y es un objetivo estratégico. Para ello, había que elevar “la calidad de vida” de los habitantes de estos municipios, dotándolos de todo tipo de servicios mínimos y, con el paso del tiempo, de aquellos no tan mínimos, pero considerablemente rentables desde una perspectiva política. Sirva de ejemplo, el caso de los aeropuertos provinciales. España con sus 50 provincias, cuenta con 48 aeropuertos. Esta cifra podría considerarse positiva si no fuera por el balance real de muchos de ellos. Por ejemplo, el aeropuerto de Ciudad Real con un coste cercano a los 1.100 millones de euros se ha convertido en un “aeropuerto fantasma” en el que apenas se producen vuelos y que, cuando los hay, registran una ocupación media de nueve a diez personas. Todo ello, ha contribuido en primera instancia a explicar el creciente gasto y correspondiente endeudamiento de municipios y autonomías y, en definitiva, del Gobierno Central. Pero no es ésta la única consecuencia de esta obsesión por fijar la población al territorio.
La economía española se caracteriza, entre otras cosas, por una baja movilidad laboral, impidiendo con ello una adecuada y racional distribución de recursos humanos y financieros en base a las necesidades de una economía de escala y a los requerimientos del entorno global. Sobre una población registrada de 40, 8 millones en 2011, 9, 67 millones residen en núcleos de menos de 10. 00o habitantes, pero la población agraria activa se limita a 835.000 personas. Sin embargo, estos núcleos de población cuentan con notables servicios, pese a su escasa contribución al PIB nacional como no podía ser de otra forma ante la imposibilidad de generar negocios viables por la ausencia de una economía de escala.
Esa misma política de fijación al territorio ha impedido la aparición de concentraciones urbanas de entidad que asegurarán el desarrollo de un entramado productivo viable. Tan sólo contamos con una concentración urbana de cierta entidad, Madrid, y otra mucho menor, Barcelona. Fuera de esto abundan las ciudades de tamaño medio – pequeño y, sobre todo, los municipios calificados como pueblos. Todo ello, ha generado un entramado económico basado en la pequeña y mediana empresa con escasas posibilidades de crecimiento y altos costes productivos que comenzó dependiendo de los monopolios públicos durante la autarquía franquista y posteriormente pasó a alimentar a los tres grandes sectores productivos por excelencia: sol, ladrillo y automoción. Lo que sigue ya es historia.
Hoy se inaugura el aeropuerto de Castellón, el último ejemplo de la locura autonómica y acto de soberbia del ínclito Carlos Fabra que seguramente pronunciará aquello de “que no se mueva nadie” no vaya a ser que no salga en la foto.

viernes, 18 de marzo de 2011

ABRE LOS OJOS


El pasado miércoles trabajaba en Barcelona. Fue un día duro en este perro mundo de la crisis que sume a todos en la melancolía. Terminé mis reuniones a media tarde y la lluvia no invitaba a perderse por los callejones del Borne. Sin embargo, tiré Rambla de Catalunya abajo sin intención ni destino conocido. Doblé en Gran Vía y, sin darme cuenta, me encontré en la cola de los cines Comedia, un clásico que consigue sobrevivir a los centros comerciales, los nachos, perritos y chonis de sábado noche. Entré con los créditos en pantalla. Bertrand Tavernier nunca ha sido uno de mis directores favoritos, pero su aventura en el cine americano y, sobre todo, la presencia del gran Tommy Lee Jones ya ofrecían suficiente atractivo. En cualquier caso, no se pierdan “En el centro de la tormenta”, es una buena película, de las de antes, enmarcada en el Sur Cajun y con el Katrina de fondo. Pero volviendo a la trama…
Tome asiento en mi butaca, en una sala repleta de jubilados que apenas si tienen ganas o coche para desplazarse a los centros comerciales. Al cabo de unos minutos, una señora tomó asienta junto a mi, apenas le preste atención, hasta que algo rozó suavemente la pernera de mi pantalón. Instintivamente investigue con mi mano qué ocurría y algo húmedo acarició mis dedos, incliné mi cabeza y, ante mi sorpresa, puede ver en la penumbra dos grandes ojos mirándome con dulzura inexpresable, un labrador aparejado con las guías inconfundibles de un lazarillo. Miré de nuevo a la señora y, efectivamente, su cabeza en alto y sus gafas oscuras confirmaron mi suposición, era invidente.
Lejos del morbo, tan sólo curiosidad infantil, cada cierto tiempo giraba levemente mi cabeza y observaba a mi compañera de fila concentrada en la pantalla y en todo lo que en ella ocurría. Una película sin beso es como una mañana sin roció. Tommy Lee Jones llega derrotado a su casa y después de besar a su mujer con los ojos, lo hace también con los labios. Se están besando, ¿a que sí?. Sí, señora, se están besando. Y mi compañera se movió feliz en su butaca para seguir disfrutando la película mientras mi mano acariciaba suavemente la testa del labrador semidormido a mis pies.
Cuando la música dio paso a los créditos de cierre y las luces iluminaron la sala la contemplé, tendría cincuenta y muchos, atrevida y coqueta en su vestir con una sonrisa permanente enmarcada por unos labios cuidadosamente pintados. ¿Le ha gustado? Me ha encantado señora. A mi también, es que Tommy Lee Jones es pura fuerza, verdad? Verdad. Hasta otro día, Bruno, vamos… Y la vi alejarse, resguardada de empellones y tropiezos por el dulce Bruno.
En un mundo que apenas ya si observa, casi no mira y se contenta con ver, la compañera de Bruno me recordó que tan malo es observar en exceso como mostrarte ciego a la vida.
En un mundo que apenas si sabe disfrutar del momento sin pensar qué puede hacer un minuto después, la compañera de Bruno me asombró con la sabiduría de quien conoce el valor de un segundo.
En un mundo en el que las redes sociales nos han convertido en autómatas anónimos, la compañera de Bruno me enseñó que todavía puedes transmitir alegría sin una tecla por el medio.
En un país sumido en la postración y la tristeza, ella me enseñó que lo último es rendirse eligiendo el camino fácil.
Al salir a la calle, llovía a cantaros, como sólo lo hace en Barcelona cuando todo se conjura contra los guiris y los paquistaníes sacan sus paraguas con goteras y cerveza de regalo. Alguien pasó junto a mi a la carrera empujándome contra algo que en lugar de apartarse se mantuvo firme. Miré hacia abajo y allí estaba de nuevo Bruno contemplándome con esos ojos intensos mientras movía alegremente su cola. Le ha conocido, verdad Bruno? Sí señora, es un buen perro. Y mi mejor amigo.
Me hubiera gustado preguntarle su nombre, pero Bruno ya estaba en marcha y la vi alejarse Paseo de Gracia arriba.
Quizás alguien le este leyendo estas líneas mientras acaricia a Bruno. Si es así, dígale de mi parte: gracias, gracias por una tarde maravillosa.

domingo, 13 de marzo de 2011

LA TRAMPA AUTONÓMICA - 1


La España de las Autonomías, consagrada en la constitución de 1978, aparece como uno de los más preciados logros de la denominada Transición. Una estructura que ha permitido la progresiva y ancestral descentralización del poder. Una solución de compromiso para dar respuesta a las aspiraciones catalanas y vascas sin menoscabar el derecho de los restantes territorios a proclamar su identidad. En estos términos, la solución, cuyos entresijos es mejor no conocer para no quitar lustre al logro, no merece sino elogios. Pero, treinta años después, con la perspectiva suficiente y, sobre todo, con la sensibilidad critica agudizada por la recesión que vivimos, las valoraciones parecen no ser tan positivas. Sobre todo, teniendo en cuenta que, a lo largo de estos lustros, la situación evolucionó lo suficiente como para acometer las reformas estructurales necesarias para ajustarse a las necesidades reales de España.
De partida, la estructura autonómica ha permitido el mayor despilfarro jamás conocido a la mayor operación de solidaridad europea jamás imaginada. Nos referimos a los fondos de ayuda europeos recibidos en los últimos veinticinco años y que ascienden a la increíble cantidad de 120. 000 millones de euros. El resultado final de esta inyección sin fin parece no ofrecer un balance positivo : burbuja inmobiliaria, ausencia de estructura económica definida, estructura financiera no normalizada ante la presencia de una peculiar banca regional, déficit público alarmante, agravado por el lastre de las administraciones autonómicas, baja productividad y, en fin, una bolsa de paro difícil de asimilar y recuperar.
La cifra no deja de volver, una y otra vez: 120. 000 millones, es decir, treinta veces más que la ayuda que recibió la nueva Alemania Federal después de la caída del Reich de los Mil Años y que sirvió para generar “el milagro alemán”. Realmente, no es de extrañar que nos sintamos “tan europeos”. Pero lo realmente extraño es que en el resto de Europa nadie se haya hecho la pregunta de ¿cómo han administrado este dinero? Será por aquello de "ojos que no ven..."
Si analizáramos el reparto de este aguinaldo en la España de las Autonomías, la perplejidad quizás cobrara más intensidad. La comunidad más beneficiada ha sido sin duda Andalucía con un total de 27. 526 millones frente a los 410 millones recalados en La Rioja. Euskadi y Cataluña no parecen haber aprovechado su “ventaja histórica” con los 3. 486 y 8. 638 millones que han recibido respectivamente.
“Lo que ha cambiado este país” es la frase habitual que puede escucharse por parte de quienes nos visitan, pero muchos de los que no estamos de visita, nos preguntamos como ha podido cambiar tan poco con 120. 000 millones encima de la mesa. Las diferencias tantas veces cacareadas continúan ahí, tenemos más fuentes, parques, polideportivos, servicios sociales, autopistas y aves, pero la economía de escala continua siendo una broma de mal gusto, la movilidad laboral es nula, la capacitación profesional de una buena parte de la población es deplorable, las bolsas de “paro técnico” son ya endémicas en determinadas áreas geográficas, el supuesto modelo económico que ahora hay que reformar no existe por mucho que algunos se empeñen, el sistema financiero continua siendo tan alérgico al riesgo como en tiempos de Recesvinto aunque nos lo venden como astuta estrategia frente a las locuras de la banca foránea, no existe suficiente masa critica empresarial, solvente y cualificada, Zara es un milagro, pero es un milagro que no aporta empleo en la medida que algunos imaginan, necesitamos banderas de marca nadie lo duda, pero estamos aún más necesitados de tres o cuatro mil empresas siete veces más pequeñas que un Zara o Mango.
En fin, este es el primero de una serie de post dedicados a la España de las Autonomías y a su aportación al actual estado de las cosas.
Y, sí, hago confesión pública y previa de federalismo. Un federalismo que no era deseable en 1978, pero que, hace tiempo ya, debiéramos haber tomado como meta en una evolución saludable del Estado de las Autonomías.

miércoles, 9 de marzo de 2011

lunes, 7 de marzo de 2011

INNOVAS O INNOVAS


He escuchado estos días un spot radiofónico que, pese a estar ya muy escarmentado en este tema, no ha dejado de sorprenderme y confirmar mi sospecha sobre la extraña relación que mantiene este país sobre todo aquello que tenga que ver con “los procesos de cambio”.
La cuña publicitaria, en concreto, pertenece a una conocida petrolera, Cepsa para más señas, que anuncia a bombo y platillo la instalación de wifi gratuito en todas sus estaciones de servicio. Hasta aquí, la noticia es buena aunque siempre se podría recomendar que, en lugar de wifi, bajaran 20 o 30 céntimos el combustible. Lo realmente apoteósico es el slogan que acompaña a la cuña: ¡INNOVANDO PARA TI¡
Tengo la tentación de colocar un reloj con la hora de El Cairo en el hall de mi oficina y colgarme el lema: ¡SIEMPRE INNOVANDO!
Quizás me haga con un titi y le enseñe a darle el euro con veinte a Dolores, mi vendedora de prensa. Eso sí, le pondré un gorrito al susodicho que lleve bordadas las palabras: ¡ESTAMOS INNOVANDO!
Pensándolo mejor, con el fin de contribuir al ahorro energético, esta noche me enfundo en un mono de butanero y me recorro la A8 con una brocha modificando las pegatas y dejando el tema en 80 kilómetros hora. Cuando termine, doy cuenta de mi hazaña en twitter con el estribillo: ¡INNOVANDO QUE ES GERUNDIO!
No, no, lo mejor sería inventar un yogur que no fuera yogur sino “casi yogur”, es decir, un yogur pero sin ser yogur aunque parece un yogur. Podría llevar en la tapa el slogan: ¡INNOVANDO PARA QUE NO LA PICIES!
En fin, estoy empezando a deprimirme. ¿Saben por qué?
Porque ya llevo casi dos segundos sin innovar.
(la imagen presenta al Viajero Accidental con dos grandes innovadores)

jueves, 3 de marzo de 2011

FELIZ CUMPLEAÑOS CHUCKLES


Hoy he leído una noticia que no me ha impresionado, pero si me ha conmovido profundamente. Apenas si hay texto, pero sí una gran foto a todo color que muestra a un anciano de semblante tranquilo, concentrado en sus pensamientos, gesto que acentúa con sus ojos cerrados, pero de forma placida, sin esfuerzo ni espanto. Sostiene en sus manos una gorra de capitán de navío de la Marina de su Majestad y luce en la pechera de su chaqueta una hilera interminable de medallas, franjas multicolores coronadas de latón y plata, memorias de dolor, miedo y desesperanza.
Podría ser un anciano cualquiera en un día cualquiera. Pero hoy no es un día cualquiera porque cumple 110 años y tiene el dudoso honor de ser el único superviviente que combatió en las dos Grandes Guerras aunque estoy seguro que el prefiere llamarlas “las dos Grandes Matanzas”. Dice su hijo que jamás ha vuelto a hablar de aquellos tiempos como si se negara a aceptar su existencia. Claude Choules, ese es su nombre aunque todos sus compañeros le conocieron como “Chuckles”, ni oye ni ve como si hubiera condenado al mundo al olvido, tan sólo puede tocar el roció de la mañana sobre los verdes pastos, tan sólo puede degustar el sabor agridulce de grosellas y arándanos. Pero se empeña en vivir, como si quisiera escupir empecinadamente al mundo sus pecados, recordándole día tras día que el nació para vivir, jamás para arrancar la vida al enemigo. Combatió primero por Dios y por el Rey y acabó haciéndolo por la Libertad y la Democracia que anunciaban más allá del océano. Pero, en el fondo, combatió por algo tan simple como su vida.
Mis amigos y colegas, reales y virtuales, me insisten una y otra vez en centrar mi blog en aspectos puramente técnicos, ganaría mucho, dicen, se posicionaría mucho mejor, repiten. Pero soy tan empecinado como Chuckles aunque todavía puedo ver y oír. Mi blog, como su nombre indica, es mi blog y escribo por placer y necesidad. Pero mi blog también es profundamente técnico porque, siendo un blog dedicado a la innovación y el emprendimiento, habla de lo que es fundamental en ello: las personas y sus emociones. Al igual que Chuckles, combato desde hace tiempo en una guerra sin cuartel, dolorosa aunque escasamente sangrienta. Una guerra que persigue acabar con ese concepto de empresa, como unidad básica de producción del sistema de libre mercado, basada en la búsqueda de beneficio individual. Resisto los embates y quizás, algún día, deje de ver y oír, pero siempre conservaré mis recuerdos de aquellos días que luchábamos por las personas.
Feliz cumpleaños Chuckles

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