miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL LÍDER OCULTO


Adolfo Hitler adoptó el título de “Der Führer”: el líder. De partida, ya es un hecho significativo. El periodo que discurre entre 1919 – 1945, es decir entreguerras y conclusión de la segunda gran hecatombe ,fundamentalmente europea, ofrece una “galería del liderazgo” que es difícil volver a encontrarla en un periodo tan breve de tiempo. Normalmente, el espectador de a pie confunde a los responsables políticos de las grandes naciones en guerra con los líderes del momento. Pero, ciertamente, la coincidencia es prácticamente total: Churchill, Roosevelt, Hitler y Stalin ofrecen una amplia muestra de liderazgo en todas sus facetas, las deseables y las nada deseables, pero, al fin y al cabo liderazgo. Porque, no debe olvidarse que el blanco existe gracias al negro, el fundamentalismo gracias a la tolerancia, la bondad gracias a la maldad y, en definitiva todo aquello que consideramos deseable. En otras palabras, y por mucho que nos pese, Osama Bin Laden realizó un ejercicio de creatividad devastadora en torno a la Torres Gemelas.
Pero volviendo al liderazgo…¿cuándo es necesario?, ¿cuándo deben surgir los lideres?, ¿qué se espera inicialmente de ellos? Preguntas demasiado simplistas, pero indudablemente necesarias antes de formularse muchas otras sobre la naturaleza, rasgos y efectos del liderazgo.
En términos generales, el liderazgo surge, o mejor, se espera que surja ante “situaciones de crisis”, eufemismo que se traduce en cualquier situación que exija toma de decisiones desconocidas o, al menos, inicialmente costosas o incluso dolorosas. Acercándonos algo más a la realidad, la sociedad dice necesitar liderazgo cuando se “encuentra perdida”, es decir cuando no logra comprender lo que ocurre. Alemania no conseguía entender lo que ocurría en la década de los veinte tras la ignominia revanchista de Versalles y el impacto de la Gran Depresión. Los ingleses amanecieron repentinamente con la amenaza nazi frente a Dover después del milagro de la BEF sobreviviendo al caos de Dunkerque. Los norteamericanos no conseguían comprender el cúmulo de amenazas asociadas a los últimos momentos del mandato Bush, crisis financiera, burbuja inmobiliaria, la vietnización de Irak y Afganistán.
En esos confusos momentos en los que el rumbo se ha perdido, la sociedad espera y reclama algo o alguien que marque nuevos retos, formule esperanza y sepa traducir ambas cosas en una acción decidida y compartida. Es la hora de los lideres que deben situarse por encima de los gestores que, hasta ese momento, no lo han hecho ni peor, ni mejor, simplemente han gestionado. Pero la incertidumbre no se gestiona y, menos aún, se contemporiza con ella. La Incertidumbre se supera y se trasforma en oportunidad y reto.
Pero en estos momentos de desconcierto, es fácil precipitarse en el juicio y, en consecuencia, adoptar la decisión errónea. Lejos de buscarse reflexión, se reclama acción que conduzca más allá de las brumas. Hitler no fue la solución a los problemas de Alemania, sino, más bien el inicio de los mismos. Hoy hemos confirmado algo que se sospechaba: el fin del idilio que los ciudadanos mantenían con Obama, una figura mediática y sin duda bienintencionada , alguien “distinto” en todos los sentidos que podría actuar como catalizador. Pero, a poco que se observará con atención, un reformista que, en todos los sentidos, no tiene nada que ver con un líder. La crónica de un fracaso anunciado.
En nuestro país, el desconcierto, aunque no se visualice, es absoluto. Hemos despertado del “sueño español” en medio de Los Monegros, cuando el sol se encuentra en su zenit y sin un triste árbol que nos sirva de referencia, acompañados del rumor sordo de las cigarras que todo lo saben pero nada proponen. Pero, extrañamente, lo que se exige, aunque sea de forma inconsciente, es gestión, no liderazgo. Quizás sea porque de forma consciente sabemos que no existen demasiadas opciones. Ni el señor Zapatero, ni el señor Rajoy reúnen , entre amos los dos, una astilla de liderazgo. Poner las esperanzas en el señor Rubalcaba o en el señor Gallardón es una cataplasma de más que dudosa eficacia. Necesitamos llamadas a la acción, nuevas fronteras, no palabras de esperanza, ni filosofías de la miseria compartida en la justicia social . No contamos con candidatos al liderazgo, afrontémoslo. Pero no nos conformemos con la mediocridad que nos ofrece la clase política. Es probable que el líder este entre nosotros. Necesita ser descubierto. La otra alternativa es dejar que pase este “valle de lagrimas”, pero podemos despertarnos frente al “generalísimo” (degradado con minúscula) cortando la cinta de un nuevo pantano.

13 comentarios:

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Sí señor. En momento como este, cuando no aparecen los líderes "buenos" aparecen, seguro, los "malos". Así vemos como en muchos sitios coge un protagonismo espectacular la ultraderecha, que siempre ha sido experta en crear "líderes".
¡Qué miedo!
Un abrazo.

Katy dijo...

Fantástica lucidez la tuya a la hora de analizar los últimos acontecimientos. Necesitamos líderes que sepan gestionar y llevar a buen puerto esta crisis.
"la sociedad espera y reclama algo o alguien que marque nuevos retos, formule esperanza y sepa traducir ambas cosas en una acción decidida y compartida".
LO malo es que yo no veo posibles. Estará oculto, muy oculto como dices:)
Un abrazo

Josep Julián dijo...

Hola JLMON:
Tengo para mí que los momentos de fortísima crisis no necesitan de gestores de la miseria sino de líderes de la esperanza. Cualquier esperanza predispone de forma natural al sacrificio cosa que no consigue la gestión. No tenemos líderes y está por ver que tengamos gestores, de eso ya se han encargado de forma sucesiva la Trilateral, Davos y el Club Bildeberg. No es inocente que no mencione a los G7,8 ni 20.
Un abrazo.

Astrid dijo...

Me permito discrepar con lo de Obama. No creo que la derrota del congreso le descalifique como lider, aunque sea consecuencia del resquemor interno que han levantado algunas de sus reformas. No puedo juzgar si con razón o sin ella porque desconozco los detalles, pero ya sabemos que cuando se trata de aplicar recortes, nadie los recibe con alegría. Otra cosa es que además se haya desvanecido parte de la ilusión incial en el electorado. Pero eso es lo normal en todo proceso de enamoramiento, ¿no? Cuando estás muy arriba solo puedes caer. Creo que la adecuada perspectiva sobre si Obama es o no un (buen) lider, la dará el paso de los años.
Por lo demás, me parece que en nuestro terruño lo que nos falta -además de muchas otras cosas- es precisamente ilusión. Tu lo describes muy bien con la metáfora de los monegros. Es más, tenemos tan poca ilusión que creo que en el hipotético caso de que hubiera por ahí algún personaje con potencial de liderazgo, no sabriamos ni reconocerlo ni valorarlo.
En fin, es lo que hay...

JMPazos dijo...

Firmaría tu reflexión Astrid.
Necesitamos una reforma del sistema. Empezando, obligatoriamente por la Constitución. Agotada y desbordada. Y después ya veremos.

Caminante dijo...

Hola Javier
Esperemos que no sea ese nuestro destino final.
Cuidate

Caminante dijo...

Sí Kathy debe estar bastante oculto o todavía no se ha enterado
Cuidate

Caminante dijo...

Te veo un poco pesimista Josep...
Las fuerzas ocultas que dices operan, de eso no hay duda, pero debemos confiar, es lo que nos queda
Cuidate

Caminante dijo...

Hola Astrid
Gracias por tu comentario, bueno y acertado. Te concedo el beneficio de la duda con Obama aunque no tengo muchas esperanzas. Las medidas correctoras efectivamente no son populares, pero deben ser efectivas y lanzadas bajo el compromiso. Por otro parte, la suficiencia intelectual que muestra Obama ni le beneficia ni le honra en términos de liderazgo. Pero, lo dicho, demos margen.
Cuidate

Caminante dijo...

Hola Jose Manuel
Coincides con Astrid y a su respuesta te remito.
Cuidate y felicidades por tus éxitos

Fernando López dijo...

Hola José Luis:

Me gustá como has desarrollado el post y el ejemplo que has puesto de Churchill, Roosevelt, Hitler y Stalin que para bien o para mal eran líderes.

tengo, como tu, la sensación de que no hay líderes o no se les ve. en la política española ya hemos visto que pocos.

Dudo que en los próximos añios se den las condiciones para que surjan y coincido con Astrid que en el caso de Obama se verá con el tiemp, auqnue pinta mal. Quizás por el trabajo que hacen "algunos gestores" para evitar su liderazgo.

Caminante dijo...

HOLA FERNANDO
Gracias por la visita y el comentario, como verás Astrid ha marcado línea en este post.
Cuidate

MaS dijo...

Leido JLMON,
¿no será que está oculto porque seguimos buscando un modelo de lider que está gagá con los tiempos actuales?(digo seguimos buscando, digo seguimos encontrando...y de ahí que se rompa con tanta fragilidad).
Saludos y buen fin de semana, M.

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