miércoles, 24 de noviembre de 2010

SIX


Las palabras pierden su alma cuando se manipula su significado en pos de otros intereses.
Innovación, como término de éxito, ha acabado por perder su alma como palabra y necesita recuperar la lógica y simplicidad de su significado.
SIX es una alternativa de solución.

QUÉ
¿Qué es la Innovación?
La Innovación es convertir el conocimiento en valor real

CÓMO
¿Cómo se consigue esto?
Convirtiendo primero el dinero en conocimiento

CUÁNDO
¿Cuándo debemos innovar?
Cuando la incertidumbre se convierte en problema

QUIÉN
¿Quién puede innovar?
Aquellos que superan la necesidad y alcanzan la convicción

DÓNDE
¿Dónde debemos innovar?
En todo lugar que ofrezca una oportunidad de progreso y generación de valor

POR QUÉ
¿Por qué debemos innovar?
Porque está en nuestra naturaleza humana

lunes, 22 de noviembre de 2010

MALAS NOTICIAS DESDE LA TIERRA


Malas noticias desde el vigésimo aniversario de la Declaración de los Derechos de la Infancia…
140
140 millones de niños jamás han pisado un aula
700. 000
700. 000 niños sufren abusos sexuales de forma reiterada
1000
1000 millones de niños viven en países que sufren conflictos armados
170
170 millones de niños son huérfanos, la mayoría sin ayudas o tutelas
200
200 millones de niños sufren severas discapacitaciones
150
150 millones de niños menores de 14 años trabajan, muchos de ellos en condiciones cercanas a la esclavitud
150
150 millones de niños viven en la calle
2000
2000 niños son contagiados cada día por el VIH
200
200 millones de niños sufren hambre severa
(…)
(:(
Por si no lo sabía, acaba de aparecer la última pantalla by leds más ultra plana de mundo. Realmente será tonto si no se la compra.
Por si no lo sabían algunos humanoides con vocación de liderazgo político, religioso o económico, venimos a este mundo para ser felices y esa debe ser nuestra primera aspiración, por más que a algunos nuestra felicidad les provoque infelicidad.

martes, 16 de noviembre de 2010

DRIVERS

Invertir en Innovación tiene un limite partir del cual los retornos no están asegurados. La rentabilidad de una política de innovación que va más allá de los procesos meramente incrementales está directamente relacionada con el análisis, detección de oportunidades y determinación de drivers estratégicos. El efecto real de la Innovación y sus retornos no están directamente relacionados con el volumen de inversión. Microsoft ha realizado un esfuerzo inversor considerable en los últimos años y, sin embargo, los réditos son más que discutibles si lo comparamos con la inversión realizada por Apple, por ejemplo. En este último caso, la concreción de drivers ha estado íntimamente relacionado con el despliegue de estrategias como la especulación en la tasa de obsolescencia de sus productos y el direccionamiento de sus mensajes hacia un público muy concreto con una cultura de tecno – diseño muy específica. El resultado es el increíble posicionamiento de Apple y su revalorización.
La obtención de retornos significativos en términos de Innovación está íntimamente ligada a la existencia de unas condiciones estructurales en la empresa: PERSONAS + ESTRUCTURA EN RED + MÉTODO. Pero, incluso contando con esta condición estructural, el éxito en términos de valor real no está asegurado sin una buena política de prospectiva estratégica que guie las acciones. Observemos por ejemplo a una corporación considerada de éxito: REPSOL. La petrolera presenta unos resultados más que aceptables, basados en sus posicionamientos exteriores, pero fundamentalmente basados en la deriva de los mercados de crudo. La Innovación poco o nada tiene que ver con esto, pese a que la corporación insiste en utilizar esa bandera periódicamente. La realidad, sin embargo, nos presenta una política de “cantidad supuestamente asegura calidad”. En otras palabras, varios centenares de investigadores embarcados en proyectos específicos sin conciencia de red, ausencia de método corporativo y, sobre todo, estrategia definida. El resultado final de esta política es un índice ridículo de éxito final en términos de innovación – valor. Sólo con el presupuesto destinado en un año a esta “carrera en todas las direcciones” se podrían asegurar las condiciones estructurales y los drivers estratégicos que asegurarían retornos significativos a medio plazo.
Innovar se puede innovar, pero asumiendo una cuota de riesgo controlado y estableciendo unos objetivos definidos en términos de generación de valor. Efectivamente, todo lo demás es “humo”.

sábado, 13 de noviembre de 2010

EL ELEFANTE ABERTZALE


Dice la leyenda que los antiguos monarcas de Tailandia tenían una curiosa forma de castigar a sus súbditos menos queridos en forma de regalo envenenado. En concreto se regalaba al súbdito en cuestión un elefante blanco, animal venerado por el pueblo llano. El individuo debía llevárselo a casa, alimentarlo de forma especial y permitir que cualquiera entrará en sus propiedades para adorar al extraño paquidermo. El resultado final era que el supuesto regalo se convertía en una pesadilla sin fin que acababa por llevar a la ruina a su propietario.
Bien, ETA se ha convertido en el Gran Elefante Blanco de la denominada izquierda abertzale. Quizás debieran ir pensando en donarlo a un zoo de Wisconsin.

jueves, 11 de noviembre de 2010

EL CLIENTE NO NECESITA EXPLICACIONES, BUSCA SOLUCIONES


Me preguntaba el otro día un cliente sobre la dificultad de “vender innovación”. Vender siempre es complicado o, al menos, a mi eso me parece desde mis limitadas dotes comerciales. Pero mi respuesta fue casi inmediata: “difícil y en este país aún más”.
En psicopedagogía se denominan “preconceptos” a aquellos fondos cognitivos previos al aprendizaje, fruto de la experiencia práctica y casi siempre erróneos o, al menos, formalmente incorrectos.La Innovación es una damnificada permanente por los preconceptos en este país, sólo por citar algunos de ellos:

1. MINORITY REPORT
La Innovación se concibe como algo que sólo debe afectar a determinadas personas en la organización, casi siempre relacionadas con las áreas de tecnología, sistemas o, como mucho, producción. En todo caso, personas con cualificación profesional notable.

2. 2001, UNA ODISEA TOLEDANA
La extraña relación entre tecnología e innovación es una de las cosas que más daño han podido provocar a las posibilidades reales de esta última en la generación de valor integral en una organización. Hay empresas que por su vocación y ubicación sectorial deben dirigir ineludiblemente sus esfuerzos innovadores a la esfera tecnológica. Pero, en este país, el panaché cocinado con innovación, I+D+i, tecnología y modernidad es realmente insufrible y casi siempre acaba indigestándose. Personalmente, no me cansaré de repetir que la tecnología es un medio y nunca un fin en sí mismo. Este preconcepto, elimina de partida las posibilidades reales de multitud de pequeñas y medianas empresas en sus inquietudes emprendedoras en el mundo de la Innovación.

3. LA NOCHE DE SAN JUAN
Nadie puede negar la necesidad de sensibilizar a la población empresarial sobre las virtudes estratégicas de la Innovación. Pero de esto a convertir las políticas activas de Innovación en una interminable sucesión de encuentros, jornadas, foros, encuentros en la tercera fase y otros eventos de similar pelaje, va toda una interminable Noche de San Juan. Diez años después de empezar con esta estrategia, continuamos dedicando preciosos recursos a traer a este y aquel gurú de a 30.000 euros de vellón, acompañados de los correspondientes teloneros encargados de proclamar a los cuatro vientos los éxitos de su empresa en esto de la Innovación. Realmente deprimente.

4. LOS PILARES DE LA TIERRA
La Innovación es la materialización de la creatividad en términos de utilidad y valor. El acto creativo es genuinamente humano y, en consecuencia, son las personas los protagonistas principales de un proceso innovador. Pero esas personas necesitan un perfil de competencias y patrones emocionales específico, además de una estructura – espacio de trabajo determinado y, sobre todo, un método operativo contrastado y eficaz que pueda ser utilizado como lenguaje común de comunicación, cooperación y generación. En otras palabras, PERSONAS+ ESTRUCTURA+ MÉTODO= ALINEAMIENTO CORPORATIVO PARA LA INNOVACIÓN. Es una relación fácil de explicar, justificar y comprender, pero que pocas empresas acometen con rigor y sistematización a la hora de desplegar actuaciones corporativas de innovación.

5. TODO EL MUNDO ES GÜENO
La calidad de la consultoría profesional de Innovación en este país merecería una calificación cercana a 2/10, es decir deprimente. Más aún si se tiene en cuenta la profusión de ofertas. Pero, si se observa con detenimiento el contenido de las mismas, la gran mayoría coinciden en una serie de rasgos: ambigüedad, oferta generalista, indefinición metodológica y escaso alcance en resultados contrastados. Quizás una parte de ello se explique por el origen del ofertante, casi siempre consultorías de sistemas reconvertidas ante el agotamiento de la demanda de normas y certificaciones o grandes firmas que deben incluir en su offering servicios y soluciones de esta categoría por una cuestión de imagen y lógica. También existe mucho hippie que actúa como francotirador, picando acá y allá y dejando una estela de actuaciones puntuales más o menos afortunadas, pero que ni afectan al conjunto de personas de una organización, ni conducen a ala interiorización de una cultura permanente por lo que acaban incluyéndose en el anecdotario de la empresa tan recurrido a la hora de mostrar hostilidad ante cualquier nueva iniciativa que suponga una distracción al duro trabajo cotidiano.



6. LA CASA DE BERNARDA ALBA
Allá por los meses centrales de 2007 el cónyuge de Bernarda muere debido a una repentina burbuja que acaba con sus sueños y ambiciones. Bernarda, lejos de sobreponerse a la crisis y rehacer su vida, prefiere encerrarse en la seguridad del luto, austero, sobrio, conservador, incapaz de asumir nuevos retos junto a Angustias, Magdalena, Martirio, Amelia y Adela. Nadie, ni amigos, conocidos o vecinos saben a ciencia cierta si todo ello es un drama o una tragedia. Pero, indudablemente, es una oportunidad perdida, una más.

Volviendo a mi conversación con el inquieto cliente…Después de mi afirmación tajante, sonreí y levantando los brazos exclamé:

¡EL CLIENTE NO NECESITA EXPLICACIONES, BUSCA SOLUCIONES!

domingo, 7 de noviembre de 2010

LA IGLESIA QUE NO QUIERO


No era mi intención polemizar sobre la visita de Benedicto XVI en este blog y, menos aún, en mi circulo de amistades porque ya se sabe que discutir sobre política y religión solo puede acabar en el desanimo cuando no en la confusión. Sin embargo las primeras declaraciones de BXVI cuando todavía no había llegado ni a aterrizar en el aeropuerto de Santiago ya me crisparon el ánimo. Vaya por delante que me resulta difícil substraerme a la subjetividad después de más de veinte años de crispadas relaciones personales con el Vaticano que no con los católicos de este país.
En otros tiempos, impartí clases de Derecho Canónico (de algo hay que vivir cuando inicias tu andadura profesional) y, en consecuencia, entiendo que la nomenclatura técnica de la Iglesia no coincide necesariamente con la de la sociedad civil. En este sentido, vaya por delante, la aclaración de que lo que conocemos como ministerio en una sociedad laica, se denomina “dicasterio” en el ámbito de la estructura de gobierno de la Iglesia católica. Pues bien, BXVI decidió no hace muchas lunas la creación de un nuevo dicasterio para la reevangelización que, de forma descaradamente oportunista, declaró ayer lo había hecho pensando de forma específica en España, presa de un “laicismo agresivo” que recuerda tristemente a la experiencia republicana del pasado siglo. Todo ello, me recuerda que la alta jerarquía eclesiástica tiende a comportarse como los padres de aquel joven que decide dedicarse a la poesía libertaria cuando su destino era perpetuar la saga familiar al frente de un flamante despacho de abogados. Pero esa es la oculta trampa de la libertad bajo sospecha de condenación que todos hemos de sufrir, al menos, una vez en la vida.
Es una frase hecha aquella que afirma que “la Iglesia no ha sabido evolucionar con los tiempos”. Una frase que particularmente considero desafortunada. La Iglesia no ha sabido acompañar al hombre en sus tiempos. No ha querido acompañar al hombre en su evolución hacia lo desconocido porque nunca ha aprendido el verdadero significado de la palabra “incertidumbre”. De hecho, proclama como virtud su papel de solución terapéutica a tanta incertidumbre que rodea al hombre. Ha cometido un error tras otro en la aventura humana y siempre ha mostrado la misma incapacidad para aprender de ellos, condenándola irremediablemente a ese error que carece de aprendizajes que se llama “fracaso”. Y no habló de los errores humanos relacionados con la intransigencia, la convivencia con el poder mal entendido o la debilidad de la carne. En esos casos es fácil, aunque también le cuesta, declarar públicamente su pecado. Hablo de los errores espirituales, trascendentales, aquellos que nunca debiera haber cometido en su vocación de servicio al hombre.
Es fácil arremeter contra los fastos que acompañan a la alta jerarquía eclesiástica, lujo y oropeles, berlinas premium de última generación para trasladar a sus cardenales, tarifas astronómicas en las beatificaciones o viajes papales que desbordan cualquier expectativa. Me resultan triviales las iniciativas de reclamar la factura o el beso colectivo. Al fin y al cabo, son cortinas de humo que desvían la mirada de un problema más profundo y que la Iglesia se niega a reconocer.
Dicen que la Iglesia es testigo de Dios en la Tierra, pero…
¿De qué Dios?
¿De qué Tierra?
¿Testigo del pasado, del presente o del futuro?
¿Testigo de los hombres o solo de algunos hombres?
¿La Tierra del consuelo en la desesperanza o de la búsqueda más allá de la verdad consagrada?
¿La Tierra de la negación o del compromiso?
¿Testigos de la libertad que esclaviza o de la verdad sin condiciones?
Demasiadas preguntas para ser resueltas con un dicasterio.
La secularización en Europa es un hecho como tantos otros que demuestran el momento crítico que atravesamos y que, probablemente, acabe en una creación destructiva en esa incesante búsqueda que es nuestro devenir. Pero no sólo es la catarsis de caducos modelos económicos, la evolución de viejas creencias políticas o la luz que debe surgir al final del túnel espiritual que atravesamos. La Iglesia, tal como la conocemos, también es parte de ese mundo que se desmorona a nuestro alrededor. La duda reside en su voluntad de acompañarnos sin condiciones en larga marcha o en su ofuscada insistencia en convertirse en el último baluarte de resistencia de algo que, aunque nos neguemos a admitirlo, hace ya tiempo que ha pasado a mejor vida y no ha conseguido encontrar su sitio a la derecha de Dios Padre porque, simplemente, fue otra etapa más en la búsqueda.
Entre nosotros…Benedicto XVI es un hombre, ni peor, ni mejor, solamente un hombre y, por eso, estoy seguro que comparte conmigo todas estas dudas y, quizás, las sobrelleve peor de lo que yo lo hago. Por eso hay que ofrecer la mano a esta Iglesia. Si lo hacemos, es probable que retraiga esa mano que ahora tiende y consigamos sacarla del mar de dudas que la ahoga.

sábado, 6 de noviembre de 2010

LA ESCLAVITUD DE LA LIBERTAD


¿Conocerán los individuos que conviven en esa casa llena de cámaras a un tal Vargas Llosa?
¿Habrán caído en la cuenta de que Saramago no es una cantaora cuyo verdadero nombre es Sara Mago y de segundo Merlín?
¿Llegará a esa extraña pensión del peine aunque sólo sea un diario de provincias?
¿Qué extraño bebedizo ha tomado la “conductora” del reality para olvidarse de sus raíces?
¿Habrán caído en la cuenta de que ya no se dice 66 ó 69 sino 66 o 69?
¿Jamás se preguntan qué hacen realmente entre esas cuatro paredes?
¿Por qué no se le ocurrió a Calígula tanta degradación como expresión del panem et circem?
Ergo las cadenas generalistas generalistas son el opio del pueblo, el ingenio aculturizador que propaga la buena nueva de la esclavitud de la libertad.
Amén

miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL LÍDER OCULTO


Adolfo Hitler adoptó el título de “Der Führer”: el líder. De partida, ya es un hecho significativo. El periodo que discurre entre 1919 – 1945, es decir entreguerras y conclusión de la segunda gran hecatombe ,fundamentalmente europea, ofrece una “galería del liderazgo” que es difícil volver a encontrarla en un periodo tan breve de tiempo. Normalmente, el espectador de a pie confunde a los responsables políticos de las grandes naciones en guerra con los líderes del momento. Pero, ciertamente, la coincidencia es prácticamente total: Churchill, Roosevelt, Hitler y Stalin ofrecen una amplia muestra de liderazgo en todas sus facetas, las deseables y las nada deseables, pero, al fin y al cabo liderazgo. Porque, no debe olvidarse que el blanco existe gracias al negro, el fundamentalismo gracias a la tolerancia, la bondad gracias a la maldad y, en definitiva todo aquello que consideramos deseable. En otras palabras, y por mucho que nos pese, Osama Bin Laden realizó un ejercicio de creatividad devastadora en torno a la Torres Gemelas.
Pero volviendo al liderazgo…¿cuándo es necesario?, ¿cuándo deben surgir los lideres?, ¿qué se espera inicialmente de ellos? Preguntas demasiado simplistas, pero indudablemente necesarias antes de formularse muchas otras sobre la naturaleza, rasgos y efectos del liderazgo.
En términos generales, el liderazgo surge, o mejor, se espera que surja ante “situaciones de crisis”, eufemismo que se traduce en cualquier situación que exija toma de decisiones desconocidas o, al menos, inicialmente costosas o incluso dolorosas. Acercándonos algo más a la realidad, la sociedad dice necesitar liderazgo cuando se “encuentra perdida”, es decir cuando no logra comprender lo que ocurre. Alemania no conseguía entender lo que ocurría en la década de los veinte tras la ignominia revanchista de Versalles y el impacto de la Gran Depresión. Los ingleses amanecieron repentinamente con la amenaza nazi frente a Dover después del milagro de la BEF sobreviviendo al caos de Dunkerque. Los norteamericanos no conseguían comprender el cúmulo de amenazas asociadas a los últimos momentos del mandato Bush, crisis financiera, burbuja inmobiliaria, la vietnización de Irak y Afganistán.
En esos confusos momentos en los que el rumbo se ha perdido, la sociedad espera y reclama algo o alguien que marque nuevos retos, formule esperanza y sepa traducir ambas cosas en una acción decidida y compartida. Es la hora de los lideres que deben situarse por encima de los gestores que, hasta ese momento, no lo han hecho ni peor, ni mejor, simplemente han gestionado. Pero la incertidumbre no se gestiona y, menos aún, se contemporiza con ella. La Incertidumbre se supera y se trasforma en oportunidad y reto.
Pero en estos momentos de desconcierto, es fácil precipitarse en el juicio y, en consecuencia, adoptar la decisión errónea. Lejos de buscarse reflexión, se reclama acción que conduzca más allá de las brumas. Hitler no fue la solución a los problemas de Alemania, sino, más bien el inicio de los mismos. Hoy hemos confirmado algo que se sospechaba: el fin del idilio que los ciudadanos mantenían con Obama, una figura mediática y sin duda bienintencionada , alguien “distinto” en todos los sentidos que podría actuar como catalizador. Pero, a poco que se observará con atención, un reformista que, en todos los sentidos, no tiene nada que ver con un líder. La crónica de un fracaso anunciado.
En nuestro país, el desconcierto, aunque no se visualice, es absoluto. Hemos despertado del “sueño español” en medio de Los Monegros, cuando el sol se encuentra en su zenit y sin un triste árbol que nos sirva de referencia, acompañados del rumor sordo de las cigarras que todo lo saben pero nada proponen. Pero, extrañamente, lo que se exige, aunque sea de forma inconsciente, es gestión, no liderazgo. Quizás sea porque de forma consciente sabemos que no existen demasiadas opciones. Ni el señor Zapatero, ni el señor Rajoy reúnen , entre amos los dos, una astilla de liderazgo. Poner las esperanzas en el señor Rubalcaba o en el señor Gallardón es una cataplasma de más que dudosa eficacia. Necesitamos llamadas a la acción, nuevas fronteras, no palabras de esperanza, ni filosofías de la miseria compartida en la justicia social . No contamos con candidatos al liderazgo, afrontémoslo. Pero no nos conformemos con la mediocridad que nos ofrece la clase política. Es probable que el líder este entre nosotros. Necesita ser descubierto. La otra alternativa es dejar que pase este “valle de lagrimas”, pero podemos despertarnos frente al “generalísimo” (degradado con minúscula) cortando la cinta de un nuevo pantano.

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