sábado, 19 de diciembre de 2009

¡Adíos Copenhague! ¡Adios Tierra!


¡Adiós Copenhague! ¡Adiós Tierra!
Ahora que las luces se apagan, las porras vuelven a los armarios, las pancartas se olvidan en alguna esquina perdida, los políticos emprenden una nueva semana de importantes decisiones y las gentes de Somalia o Chad apenas si saben que existe una ciudad europea que lleva tal nombre, uno tiene la impresión de que, de nuevo, habíamos invitado a la Tierra a un delicioso picnic en un prado bañado por la luz mortecina del invierno para, finalmente, no presentarnos a la cita en el último momento. Aunque, eso sí, le hemos dejado a nuestra invitada una preciosa cesta de mimbre que parece contener deliciosas viandas, pero que, en realidad, explotará cuando a la incauta se le ocurra abrirla.
Cuando los tiempos se tornan revueltos y la incertidumbre se cuela silenciosamente en el último rincón de nuestras almas, llega el tiempo de los charlatanes y los falsos lideres. Gentes que intentan sobrevivir al doble papel que les toca interpretar: dejarse conmover por la lógica de los sentimientos mientras deben cumplir con lo ordenado por aquellos que realmente tienen voz y voto en toda esta historia.
La Tierra puede estar muriendo lentamente, pero poco les importa a quienes morirán antes de que esto ocurra. Esta es la fatal realidad, la reflexión desnuda de quienes, hasta entonces, prefieren continuar acumulando porque esta es la única forma de vida que conocen.
Todavía recuerdo la primera vez que contemple un atardecer en el Gran Cañón. Me conmovió el hecho de no conmoverme ante tanta inmensidad. Y me asustó la sensación de eternidad que emanaba porque, en el fondo, era también su perdición. Algo de esto ocurre con nuestro planeta, tan complejo, tan diverso, tan maravilloso que uno piensa que nunca podrá cambiar. Pero lo hará, lo está haciendo aunque cuando llegue su final, nosotros ya estaremos muertos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como dice el amigo Josep, ya llegamos los anónimos...
Puff! Qué duro, no?
Qim

Fernando López dijo...

Fantástico Post:

Yo tenía alguna esperanza en Copenhagen, pero visto lo visto, me parece que no.

Un saludo

Caminante dijo...

Gracias Fernando
Que disfrutes de tus vacaciones

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