viernes, 13 de noviembre de 2009

HONGBING, LA GUERRA DE LAS DIVISAS Y EL CAPITAN TRUENO


El tema de las conspiraciones planetarias siempre ha tenido su morbo aunque, sinceramente, me aburren. Entre otras cosas, porque, hasta que se demuestre lo contrario, si no somos capaces de ponernos de acuerdo sobre el color del chándal en el colegio de nuestros hijos, dudo que una panda de golfos apandadores pudiera hacerlo a nivel mundial. Pero qué duda cabe que el tema no sólo vende, sino que periódicamente provoca una interminable lista de horrores humanos. Y, si no, que se lo pregunten a aquel oscuro cabo que vaya usted a saber dónde para por el más allá.
Todo esto, a cuento del reportaje de contraportada que leía ayer en El País sobre Song Hongbing y su libro, convertido en best seller, La Guerra de las Divisas 2. Resumiendo, la actual crisis no es sino otro intento más de las grandes corporaciones financieras por imponer una divisa única mundial. Este placido chino de Sichuan augura que “la moneda única llegará en 2024” y poco después “habrá un Gobierno unificado del mundo”. En fin, qué quieren que les diga. La primera entrega – la Guerra de las Divisas – ya me pareció un panfleto digno de una película de James Bond y este, más bien se acerca a un cataclismo digno de Roland Emmerich.
Conspiraciones siempre han existido. Sin ir más lejos hay tienen la de mi suegra, empeñada en vestirme de faralaes en Halloween. Pero las conspiraciones planetarias tienen pocos visos de realidad, a no ser que se contemplen como producto del más puro azar en el caos. El caso de Song Hongbing no anda muy lejos. Y es que, la teoría (término adecuado hasta que se demuestre su veracidad o desacierto) es difícil de aceptar por una serie de motivos obvios y nada técnicos:
• Las grandes corporaciones financieras no se mueven bajo la premisa de la empatía y el negocio compartido.
• Los gobiernos no han colaborado en la conspiración “asistiendo impertérritos al desastre”. Más bien han asistido “acojonados” y perdonen la expresión. Y continúan en ello, rezando cada día a la Mano Invisible para que ponga fin a todo ello.
• Los créditos de gases de efecto invernadero constituyen un factor financiero de primer orden, pero resulta dudoso que se conviertan en la base de una nueva divisa mundial.
• El hecho de que China sea la mayor perjudicada como resultado de la conspiración, cumple con creces una de las condiciones básicas de todo tecnicismo conspiratorio: victimismo.
En fin, Song Hongbing tiene cara de buena persona. Es más, hasta lo veo manejando el ábaco en un restaurante de ardorosa comida de Sichuan. Pero, hoy por hoy, más bien me parece un espabilado de tomo y lomo (con guindillas picantes, por supuesto).
En cualquier caso, no hay que preocuparse, esto se acaba en el 2012, así que lo más estratégico es fundirse todos los ahorros en lujo y desenfreno. De momento, si quieren leer algo más ameno este fin de semana, ahí va una recomendación:
Dewey Lee Más Libros de Vicky Myron.
Que lo disfruten

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto las conspiraciones, foros, cogresos, libros de auto ayuda, autorcillos de celebridad temporal, incluso cumbres planetarias y la benditas madres que los han dado a luz me tienen hasta más alla de la coronilla.
No estará bien de tanto escribir y ahora ponernos el mono y embarrarse hasta las rodillas intentando cambiar algo de nuestro entorno inmediato, que a fin de cuentas es el que más a mano tenemos y en el que más influencia podemos ejercer.

PD. en halloween yo te veía más de Harry Potter o Yoda.

PUMA

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